Daniel Vallaire, un residente de Fort Lauderdale, se encontró en una situación límite el año pasado. Apenas días antes de cumplir 70 años, sufrió un devastador derrame cerebral que lo dejó en una lucha por sobrevivir. En ese momento crítico, fue su asistente virtual, Siri, quien se convirtió en su ángel guardián.
Todo ocurrió cuando Daniel colapsó en su baño y, durante las siguientes 48 horas, hizo un esfuerzo titánico para arrastrarse hacia la sala de estar. “Iba pulgada a pulgada”, recordaba con tristeza y confusión mientras luchaba contra la deshidratación y la debilidad extrema. Sin poder alcanzar el teléfono ni llamar a nadie, decidió gritarle a Siri para que contactara a su hija Victoria.
Un grito de auxilio que cambió todo
“Siri, llama a Victoria Vallaire,” fue lo único que pudo decir. Y para su sorpresa, ¡funcionó! Siri realizó la llamada y Victoria no tardó en alertar a los servicios de emergencia. En apenas diez minutos, los paramédicos llegaron para rescatarlo.
Agradecido por una segunda oportunidad
Daniel recuerda aquel instante con una mezcla de gratitud y alivio: “Si hubiera tenido un teléfono fijo, jamás habría llegado hasta él”. Después del incidente, los médicos le informaron que el derrame se debía a una infección en dos válvulas aórticas. A principios de este mes tuvo la oportunidad de reunirse con el equipo médico que le salvó la vida y expresó su agradecimiento sincero por haber evitado lo peor.
Aprovechando su experiencia, Daniel hace un llamado a todos: “Hay que estar conscientes de nuestra salud cardiovascular”. Las innovaciones tecnológicas como Siri han demostrado ser cruciales; junto a otras funciones de seguridad de Apple como la Detección de Accidentes o SOS Emergencia, están cambiando vidas. Así es como las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia en momentos críticos.
