En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, Apple ha decidido actualizar su oferta de ordenadores de sobremesa. En 2025, llegó el nuevo Mac Studio, equipado con los potentes chips M4 Max y M3 Ultra. Pero no podemos olvidar que el año pasado ya tuvimos una refrescante actualización del Mac Mini, que ahora cuenta con los chips M4 y M4 Pro. Y aquí surge la pregunta del millón: ¿realmente necesitas la potencia del Mac Studio o te basta con las virtudes del más modesto Mac Mini?
Dos mundos, muchas diferencias
A primera vista, tanto el Mac Mini como el Mac Studio parecen compartir un diseño familiar: esa caja plateada de aluminio que todos reconocemos. Sin embargo, al profundizar en sus características, se nota que hay más diferencias que similitudes. Desde los distintos tipos de chip hasta capacidades de memoria y soporte para pantallas externas, las opciones son vastas.
Diferencias clave que importan
Pongamos un poco de contexto: mientras que el Mac Studio empieza en $1,999, el Mac Mini tiene un precio base muy atractivo de solo $599. ¡Eso es casi una ganga si lo comparas! La decisión sobre qué máquina elegir debería basarse en tus necesidades reales; si eres un profesional cuyo trabajo exige altas prestaciones gráficas o potentes capacidades de procesamiento, quizás deberías inclinarte por el Mac Studio. Pero si tus tareas son más básicas o creativas sin tanta exigencia técnica, entonces el Mac Mini podría ser tu mejor amigo.
Aquí va un consejo práctico: si decides optar por un M4 Pro Mac Mini, combinarlo con un buen monitor externo como el Studio Display, que comienza en $1,599, puede ofrecerte una experiencia increíble por mucho menos dinero que adquirir solo un modelo base del Mac Studio.