En un giro inesperado de los acontecimientos, dos destacadas organizaciones de derechos humanos han decidido plantar cara al gobierno británico. Han presentado una queja legal ante el Tribunal de Poderes Investigativos del Reino Unido (IPT) con la intención de frenar la demanda del gobierno que exige a Apple crear una puerta trasera para acceder a los datos encriptados almacenados en iCloud.
Este año, el gobierno británico activó la Ley de Poderes Investigativos para exigir que Apple permitiera un acceso secreto a esos datos sensibles. Pero, sorprendentemente, Apple se ha mantenido firme y ha rechazado cumplir con esta petición. En lugar de ceder, tomó una decisión audaz: retiró su Protección Avanzada de Datos del Reino Unido, garantizando así que no tendría que proporcionar capacidades de descifrado.
Una lucha por la privacidad
La Protección Avanzada ofrece encriptación de extremo a extremo para los usuarios de iPhone, iPad y Mac, y su retirada ha encendido alarmas sobre la seguridad digital. La respuesta contundente de Apple fue clara: “Nunca hemos construido una puerta trasera o clave maestra para ninguno de nuestros productos, y nunca lo haremos”. Ahora, Privacy International y Liberty se suman al desafío legal. Argumentan que este caso debe ser tratado en público ya que comprometer la seguridad de los productos es una violación directa a los derechos de expresión y privacidad de sus clientes.
Reacciones contundentes
Caroline Wilson Palow, directora legal de Privacy International, no se guarda nada: “El uso por parte del Reino Unido de órdenes secretas para socavar la seguridad mundial es inaceptable y desproporcionado. Gente alrededor del mundo depende de esta encriptación para protegerse del acoso y la opresión. Ningún país debería tener el poder para menoscabar esa protección”. Mientras tanto, Akiko Hart, directora de Liberty, advierte sobre las graves consecuencias globales si se permite este acceso: “Sería un movimiento imprudente sin precedentes por parte del gobierno británico abrir esta puerta trasera”.
A medida que el tribunal considera este asunto en una audiencia cerrada en el Alto Tribunal, muchos medios británicos como BBC o The Guardian también han hecho eco pidiendo que este caso no sea tratado en privado. Y mientras tanto, Estados Unidos está investigando si esta demanda británica infringe el CLOUD Act. Donald Trump incluso ha comparado esta situación con las prácticas abusivas del gobierno chino: “Les dijimos que no podían hacer esto”, expresó en una reciente entrevista.