Cuando pensábamos que tendríamos One UI 7 en nuestras manos para el primer trimestre de 2025, resulta que Samsung ha decidido hacer un parón. Y es que, ¿quién no ha sentido esa frustración al ver cómo las promesas no se cumplen? Pero tranquil@s, no todo está perdido y hay razones para mantener la calma.
Un lío de comunicaciones
Samsung ha hecho una vez más lo que mejor sabe: prometer mucho y entregar poco. La verdad es que el problema no radica tanto en la calidad del software ni en los dispositivos que recibirán la actualización, sino más bien en cómo comunican las cosas. Mientras algunos usuarios afilan sus antorchas digitales en foros como Reddit clamando contra Samsung y jurando nunca volver a comprar uno de sus teléfonos, otros prefieren poner paños calientes y excusarse con respuestas del servicio al cliente. Y luego hay quienes simplemente están contentos con que su dispositivo funcione por ahora.
Expectativas desajustadas
El lanzamiento de esta nueva versión debería haber sido pan comido, pero aquí estamos. La realidad es que la creación de software es un proceso complicado; eso lo saben bien quienes han estado detrás del teclado alguna vez. Lo cierto es que si ves cómo se lanza el Galaxy S25 junto a esta actualización, la decepción puede ser difícil de tragar.
No obstante, este mar de confusión tiene raíces profundas: comunicación deficiente y expectativas mal gestionadas. Todos queremos saber cuándo llegará esa actualización tan esperada y asegurarnos de que venga sin errores. Claro está, no nos gusta cuando nuestras expectativas chocan con la dura realidad.
Así que sí, One UI 7 llegará cuando tenga que llegar. Y aunque todos deseemos conocer una fecha exacta o tener garantías de un producto sin fallos, tenemos que aceptar algo: esto ocurre con cada compañía tecnológica. Al final del día, lo único seguro es que habrá bugs y problemas; así funcionan las cosas en este mundo digital.