Desde enero, Apple ha visto cómo alrededor de una docena de expertos en inteligencia artificial han decidido dar un paso al lado y unirse a la competencia. Este éxodo, que ha dejado huella en el equipo de IA de la compañía, lo sitúa como uno de los principales damnificados en esta guerra encarnizada por el talento en Silicon Valley.
El último gran nombre que dejó la manzana mordida fue Ruoming Pang, quien lideraba el equipo de Modelos Fundamentales y ahora trabaja para Meta, gracias a una oferta irresistible: 200 millones de dólares. Pero no fue el único; otros como Brandon McKinzie y Dian Ang Yap también optaron por cruzar la calle hacia OpenAI.
Un desierto de talento
Este goteo incesante ha puesto a Apple en una situación delicada. Su equipo principal está compuesto apenas por entre 50 y 60 personas, así que cada salida se siente como un golpe directo. Según los expertos reclutadores, esto refleja una crisis de confianza sobre el futuro AI de Apple. Aaron Sines, desde Razoroo, lo pone claro: “Hay solo unos mil o dos mil profesionales realmente capacitados para desarrollar modelos fundamentales”. Es decir, ¡una auténtica joya!
Siri bajo presión
A todo esto se suma la lucha constante por actualizar Siri. Hace un año, durante la WWDC, Apple prometió integrar modelos lingüísticos avanzados para hacer del asistente virtual algo más cercano y conversacional. Sin embargo, hasta ahora seguimos esperando resultados concretos.
Aunque desde Cupertino afirman que están trabajando duro en ello y que tienen planes ambiciosos para el próximo año –mejor comprensión del contexto personal del usuario y un control más profundo por aplicación– hay quienes se preguntan si estas promesas se cumplirán antes de perder aún más talento clave.
