En un mundo donde los smartphones son casi una extensión de nosotros mismos, Apple ha decidido dar un paso adelante con el iPhone Air y el iPhone 17 Pro. Con un diseño ligero y un marco de titanio que promete resistencia, estos dispositivos se han sometido a rigurosas pruebas de caída y flexión. Pero, ¿realmente son tan robustos como nos hacen creer?
Pruebas que hablan por sí solas
La compañía de seguros Allstate ha realizado su prueba anual de caídas, dejando claro que tanto el iPhone Air como el 17 Pro se enfrentan al desafío con determinación. Aunque el Air tiene solo 5.6 mm de grosor, su diseño resistente ha demostrado aguantar hasta 190 libras de presión antes de doblarse. El 17 Pro no se queda atrás, superando la prueba con una capacidad impresionante para soportar 200 libras.
Diferencias en durabilidad
Aunque ambos modelos presentan mejoras significativas respecto al año pasado –el iPhone 16 Pro Max se hizo añicos tras una caída desde seis pies– hay matices importantes a considerar. En las pruebas en las que se dejaron caer boca abajo, los cristales del Air y del 17 Pro se hicieron trizas; eso sí, curiosamente, ambos siguieron funcionando. Sin embargo, si pensamos en la experiencia diaria, esos bordes afilados resultan poco amigables.
No podemos olvidar que aunque tienen un gran potencial para resistir caídas gracias al Ceramic Shield 2, este material sigue siendo tan frágil como atractivo. En este sentido, sería sensato invertir también en una funda protectora o considerar planes de protección como AppleCare+, porque en la vida real hay demasiados factores a tener en cuenta cuando se trata de proteger nuestros queridos dispositivos.
Así que ahí lo tenemos: los nuevos iPhones han mejorado notablemente en cuanto a resistencia comparado con sus predecesores. Pero recordemos que ante cualquier caída o golpe inesperado, siempre es bueno tener un respaldo extra.
