La verdad es que desearía haber recurrido a la inteligencia artificial para mis necesidades de diseño interior mucho antes. Tras un año lidiando con la distribución de mi apartamento, finalmente decidí darle una oportunidad a Gemini. Y, vaya sorpresa, ¡me dejó boquiabierto!
Mi piso no es pequeño, pero tiene un problemón: solo cuenta con una ventana en la sala de estar, la cocina y el comedor. Esa ventana es una puerta corredera, rodeada de paredes y puertas que limitan dónde puedo colocar los muebles. La falta de luz natural puede convertir este espacio largo y estrecho en un lugar oscuro y apagado. Así que me dije: «¡Basta ya! Necesito ayuda».
El poder del contexto
A veces nos olvidamos de lo fundamental: para que una inteligencia artificial funcione bien, hay que darle información clara y precisa. En lugar de hacerle preguntas vagas a Gemini, opté por compartir el plano exacto de mi apartamento. ¿El resultado? Mucho mejor.
Las ideas brillantes que nunca imaginé
Gemini no solo me ofreció consejos generales sobre cómo distribuir los muebles; entendió las especificidades del espacio y propuso soluciones personalizadas. Me sugirió opciones como usar espejos para simular más ventanas o elegir colores claros para maximizar la luz. Después de unos minutos intercambiando ideas con él, tenía un plan interior increíble que hacía meses trataba de lograr sin éxito.
Así que si alguna vez te encuentras atascado en un problema similar al mío —ya sea decorar tu casa o cualquier otra cosa— recuerda: el contexto importa. No subestimes el poder de dar detalles a la inteligencia artificial; ¡puede ser tu mejor aliado!
