La llegada del iPhone 18 está marcando un antes y un después en la industria tecnológica. Y no es para menos, porque ya hay movimientos significativos en la cadena de suministro de semiconductores que nos hacen pensar que algo grande se avecina. Samsung Electronics ha decidido ampliar su producción de sensores de imagen, lo que ha llevado a uno de sus socios clave, Doosan Tesna, a invertir nada menos que 123 millones de dólares en nuevos equipos.
Un Cambio Estratégico en el Mercado
¿Y qué significa esto? Simplemente que Doosan Tesna, una empresa surcoreana especializada en pruebas post-procesamiento de semiconductores, ha anunciado este mes su intención de gastar esa enorme suma en sistemas de prueba provenientes de Japón. Este paso no es baladí: representa más del 21% de los activos totales de la compañía y se llevará a cabo entre 2026 y marzo de 2027. Todo parece indicar que esto está íntimamente relacionado con la nueva línea de producción de sensores que Samsung tiene prevista abrir en Austin, Texas, destinada a abastecer al iPhone 18.
Sony Ante un Desafío Inesperado
Es interesante notar cómo este movimiento podría desafiar el dominio histórico que Sony ha tenido en el suministro casi exclusivo de sensores para Apple durante años. Después de algunos retrasos en las entregas por parte de Sony entre 2023 y 2024, Apple parece estar buscando diversificar sus proveedores. Si los nuevos sensores cumplen con los estándares esperados por Apple, podríamos ver a Samsung convertirse en el segundo proveedor principal detrás del gigante japonés.
No podemos olvidar mencionar la especialización de Doosan Tesna: su trabajo consiste en detectar chips defectuosos antes del empaquetado para mejorar el rendimiento general. Más del 90% de sus ingresos provienen directamente del negocio con Samsung, así que esta apuesta económica muestra claramente cómo las preparaciones para los futuros iPhones están transformando radicalmente las inversiones globales en semiconductores.
