En su reciente visita a China, el CEO de Apple, Tim Cook, ha hecho una promesa que resuena con fuerza: la compañía seguirá invirtiendo en este país, su bastión de fabricación más importante. Este movimiento llega justo cuando muchos cuestionan la relación entre EE. UU. y China, marcada por tensiones comerciales y restricciones tecnológicas.
Un mensaje claro para el gobierno chino
Durante sus encuentros con funcionarios del gobierno chino, incluyendo al ministro de Industria Li Lecheng, Cook dejó claro que Apple no tiene intención de abandonar su compromiso con la cadena de suministro china. Li le respondió con esperanzas: «Queremos que Apple continúe creciendo junto a los proveedores locales», subrayando así la importancia que tienen las relaciones exteriores en un entorno económico cambiante.
Navegando entre presiones políticas
A pesar de los esfuerzos por diversificar su producción hacia países como India y Vietnam, donde busca reducir su dependencia china, Apple sigue teniendo una conexión vital con sus socios en este país. Aunque el clima político es complicado y las presiones sobre las empresas estadounidenses han aumentado, hasta ahora Apple ha logrado mantenerse relativamente intacta comparada con otras firmas como Nvidia o Qualcomm, que han enfrentado investigaciones regulatorias más severas.
Acompañado por Sabih Khan, COO de Apple, Cook visitó a Lens Technology, uno de sus proveedores más antiguos en China. Esta empresa es responsable de fabricar las carcasas de cristal para productos icónicos como el iPhone y el Apple Watch. En un momento en que muchos se preguntan hacia dónde va la industria tecnológica, las palabras de Cook son un recordatorio contundente: China sigue siendo fundamental para el futuro global de Apple.
