La preocupación por el uso indebido de la tecnología en el ámbito del entretenimiento ha llevado a OpenAI a tomar cartas en el asunto. Su aplicación de video, Sora, se ha visto envuelta en un mar de críticas tras descubrirse que algunos usuarios estaban creando vídeos con las imágenes y voces de celebridades, sin su permiso. Esta situación no ha pasado desapercibida para figuras como Bryan Cranston, quien no dudó en alzar la voz contra esta práctica.
Un acuerdo necesario
Acompañado por organizaciones como SAG-AFTRA y agencias de talento, OpenAI emitió un comunicado conjunto donde destacan la importancia de una colaboración productiva para proteger las voces e imágenes en contenidos generados con Sora. Es evidente que la comunidad artística exige respeto y control sobre cómo se representan sus likenesses.
Cambio urgente
Las quejas han llegado incluso desde las familias de leyendas como Robin Williams y Martin Luther King Jr., quienes también expresaron su descontento ante este uso poco ético. Aunque OpenAI ya contaba con una política que requería consentimiento para usar la imagen o voz de personas vivas, parece que Sora pasó por alto esa regla en varias ocasiones. Ahora, se han reforzado las medidas para evitar que esto vuelva a ocurrir.
Con estas nuevas barreras, los artistas tienen derecho a decidir si quieren ser representados o no con esta tecnología. Además, OpenAI se ha comprometido a responder rápidamente a cualquier denuncia futura relacionada con el uso indebido en Sora. Desde su lanzamiento el 30 de septiembre, esta aplicación ha capturado la atención del público, pero ahora debe asegurarse de hacerlo respetando siempre los derechos individuales.
