En 2012, un empleado de Apple llamado Sam Sung se convirtió en el centro de atención por su nombre, que curiosamente resonaba con el gigante tecnológico Samsung, uno de los principales rivales de la compañía. Aquella historia comenzó a tomar forma cuando alguien subió una imagen de su tarjeta de presentación a Reddit, y en cuestión de horas, ¡boom! La publicación se hizo viral.
En una reciente charla con Business Insider, Sam compartió sus vivencias y cómo esa inesperada fama le afectó. No tardó en recibir una llamada de Apple preguntándole si estaba al tanto del revuelo que había causado. Su respuesta fue clara: la ansiedad se apoderó de él porque temía perder su empleo. “Estaba muy asustado; solo quería mantener un perfil bajo y conservar mi trabajo”, confesó.
La presión y las decisiones difíciles
Poco después, un periodista apareció en su lugar de trabajo y eso fue la gota que colmó el vaso. Apple decidió apartarlo del área para protegerlo del acoso mediático; incluso, les dijeron a sus compañeros que no lo identificaran ante los clientes curiosos. ¿Te imaginas? Además, le retiraron las tarjetas personales como medida cautelar. En más de una ocasión tuvo que hacerse pasar por otro cuando algún cliente preguntaba por él. Al final, la broma se desvaneció.
Un nuevo comienzo
A pesar del tumulto vivido, Sam dejó Apple en 2013 buscando nuevas oportunidades fuera del mundo retail. Un año después, decidió subastar sus antiguas tarjetas y parte de su uniforme para destinar lo recaudado a obras benéficas. Aunque no cambió su nombre hasta salir de la empresa, esta decisión fue consecuencia directa del fenómeno viral al que se vio expuesto. “No quería ser recordado como una simple broma en internet”, manifestó.
Finalmente optó por el apellido Struan, inspirado en uno de sus lugares favoritos en Escocia. Aunque no siente arrepentimiento por su cambio de nombre, admite que desearía poder aconsejarse a sí mismo: “Deberías verlo como algo gracioso y no estresarte tanto por tu trabajo”. A veces la vida nos lanza sorpresas inesperadas; lo importante es saber cómo reaccionar ante ellas.
