En la gran jungla de los ordenadores portátiles, Apple nos trae dos modelos de 14 pulgadas que prometen hacernos la vida más fácil: el M4 Pro y el M5 MacBook Pro. Pero, entre tanta opción, ¿cuál es el que realmente deberías elegir? Vamos a desglosarlo.
¿Qué hay de nuevo en el M5?
A primera vista, el M5 parece ser una excelente opción para quienes buscan un portátil potente sin complicaciones. Diseñado para aquellos que necesitan algo más que un MacBook Air, este modelo de entrada promete un rendimiento sólido y versatilidad. Sin embargo, no todo es color de rosa; su batería dura un par de horas menos comparado con su hermano mayor.
El poder del M4 Pro
Pero si eres de los que trabaja con aplicaciones exigentes como edición de video o diseño 3D, entonces el M4 Pro puede ser tu mejor aliado. Ofrece un rendimiento multi-core superior y cuenta con opciones de almacenamiento que pueden llegar hasta los 8TB. Aunque su batería se agota más rápido, no hay duda de que está diseñado para aquellos que necesitan empujar sus máquinas al límite.
Cualquiera de los dos modelos se puede personalizar según tus necesidades. Así que, ya sea que optes por la eficiencia del M5 o la potencia bruta del M4 Pro, lo importante es saber qué tipo de tareas vas a realizar. Si buscas duración y eficiencia para tareas cotidianas, el M5 tiene lo suyo; pero si tu trabajo exige músculo y capacidad constante, no dudes en mirar hacia el M4 Pro. La elección depende enteramente del camino profesional en el que te encuentres.
