En un giro inesperado, un estudio encargado por Apple ha revelado que la Digital Markets Act de la Unión Europea, lejos de hacer que los precios en la App Store bajen, ha dejado a los consumidores con las manos vacías. La investigación de Analysis Group, presentada hoy, muestra que desde la entrada en vigor de esta normativa en marzo de 2024, nada ha cambiado realmente.
Apple no se ha cortado al afirmar que el DMA no solo ha fallado en su objetivo principal, sino que también ha disminuido la privacidad y seguridad esperadas. En palabras de la compañía: “El DMA no solo ha traído menos beneficios para los consumidores, sino también más complicaciones”. Así es como un intento por regular el mercado se convierte en un laberinto lleno de obstáculos para innovadores y emprendedores.
Los números hablan por sí mismos
A pesar de las esperanzas puestas en la reducción de comisiones para desarrolladores, el estudio señala que el 91% del tiempo, los precios se mantuvieron estables o incluso subieron. ¿De qué sirvieron entonces esas rebajas? Resulta irónico pensar que mientras Apple recaudó aproximadamente 20.1 millones de euros menos tras el cambio normativo, más del 86% de esos ahorros fueron a parar a desarrolladores fuera del ámbito europeo. Es decir, ¿realmente estamos beneficiándonos?
Cambios insignificantes y promesas vacías
Cuando algunos pocos decidieron ajustar sus precios hacia abajo, lo hicieron apenas un 2.5%. Un cambio tan mínimo que resulta casi insignificante. Mientras tanto, Apple retrasa características importantes para los usuarios europeos argumentando las restricciones del DMA; algo difícilmente comprensible para quienes solo buscan una experiencia fluida con sus dispositivos.
A medida que avanzamos hacia un futuro digital cada vez más complejo, es fundamental cuestionar estas medidas regulatorias y su impacto real sobre nosotros como consumidores. La lucha por un entorno más justo continúa y está claro que necesitamos estar alerta.
