La investigación en el fondo de los mares ha experimentado una verdadera revolución con la implementación reciente de un robot para una expedición arqueológica en las profundidades submarinas. Ocean One es un robot humanoide con capacidad de explorar esas profundidades a donde el hombre no puede llegar.
La máquina con forma de humano posee propiedades táctiles y es controlado desde el exterior, lo que permite al personal que lo guía explorar la profundidad oceánica con gran precisión y capacidad de enfocar y transmitir las imágenes con excelente fidelidad.
El Ocean One es más que un robot
Los creadores de Ocean One consideran al prototipo como un robot-sirena. Mide aproximadamente metro y medio de largo, con dos brazos articulados completamente, sistema de propulsión, visión estereoscópica y con un peso aproximado de 180 kilogramos.
Gracias al sistema que controla la intensidad de la fuerza mecánica de los brazos del robot, a través de un mecanismo maniobrado con un joystick ―como de las consolas de videojuego― el equipo que manipula al Ocean One obtiene tal grado de control que pareciera que ellos mismos están sumergidos en el agua.
Igualmente, a través de este sistema controlado, permite fácilmente a los investigadores manipular los objetos en el fondo del mar.
Un aporte a la arqueología submarina que seguramente desvelará reliquias sepultadas a profundidades inalcanzables por el hombre
El Ocean One es un gran adelanto tecnológico que facilitará a los investigadores la tarea de explorar sitios submarinos con riquezas arqueológicas, ubicadas a profundidades inalcanzables por el buceo humano de entre 100 y 1.000 metros de profundidad. El debut de Ocean One se produjo recientemente en Francia, en una expedición del Departamento de Investigación Arqueológica para explorar los restos de “La Lune”, el barco insignia del rey Luis XIV hundido en 1664 y que se localiza a 32 kilómetros de la costa sur gala a unos 100 metros de profundidad en el Mediterráneo.
El Ocean One es un robot acuático que para muchos guarda un estrecho parecido con algunos de los modelos vistos en la popular película Transformers, aunque no es más que el resultado de un equipo de especialistas en robótica liderados por Oussama Khatib de la prestigiosa Universidad de Stanford en los Estados Unidos. El novedoso y futurista robot tiene por fin ayudar a los investigadores a explorar sitios arqueológicos marítimos que se encuentran a una profundidad demasiado extrema de ser alcanzada por el hombre. El Ocean One fue desvelado a finales del pasado mes de abril en Marsella (Francia) a través de una demostración en la cual el artefacto buscaba los restos del buque “The Moon”, un barco de guerra desaparecido durante el siglo 17.