Jeff Williams, una de las figuras más emblemáticas de Apple, ha decidido colgar los guantes después de más de 25 años al servicio de la compañía. Su último día fue el pasado viernes, y aunque muchos podríamos pensar que su salida no nos afecta directamente, lo cierto es que su partida deja un vacío enorme en la empresa.
Desde que aterrizó en Apple en 1998, Williams se convirtió rápidamente en una pieza clave del engranaje. En 2015 fue nombrado Chief Operations Officer (COO), y desde entonces, su influencia se sintió en cada rincón de la empresa. Este año, su puesto fue asumido por Sabih Khan, pero Williams no se marchó sin dejar huella. Hasta hace poco, ocupaba el cargo de Senior Vice President of Design, Watch and Health.
Un legado imborrable
Durante una década completa, Williams estuvo al mando de las operaciones mundiales de Apple, supervisando todo desde el servicio al cliente hasta los proyectos más innovadores como el Apple Watch y las iniciativas relacionadas con la salud. Si alguien tenía un papel crucial dentro del equipo era él; incluso llegó a ser considerado como posible candidato para CEO.
Una despedida emotiva
En julio pasado, cuando anunció sus planes de jubilación, dejó claro lo mucho que significaba Apple para él: “He tenido el privilegio de trabajar con personas increíbles en esta empresa”, expresó emocionado. Además destacó su amistad con Tim Cook y su confianza plena en el futuro bajo la dirección de Sabih Khan.
Tim Cook también dedicó unas palabras conmovedoras a Jeff: “Apple no sería lo que es hoy sin él”, afirmó con gratitud. Y es que nadie puede negar que Williams ha dejado un legado impresionante; ha creado un equipo increíble y su ausencia será notada. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa junto a su familia y esos cinco nietos que tienen mucho por disfrutar juntos.
