En un giro inesperado que ha dejado a muchos en la comunidad del jailbreak con un sabor agridulce, Apple ha decidido que el iPad (7ª generación) ya no recibirá soporte con la llegada de iPadOS 26. Este dispositivo, que fue el último en ser vulnerable al famoso exploit checkm8, se queda sin actualizaciones importantes este año, y con ello se apagan las esperanzas de seguir utilizando jailbreaks basados en esta técnica.
¿Qué significa esto para los usuarios?
A pesar de esta mala noticia, Apple seguirá lanzando parches críticos de seguridad para el iPad (7ª generación), pero no hay marcha atrás: quedará atrapado en iPadOS 18 para siempre. Esta es una señal clara de cómo la compañía está cerrando las puertas a uno de sus dispositivos más queridos. En la comunidad del jailbreak, donde la creatividad y la pasión florecen, esto marca un antes y un después.
Un adiós a los exploits y nuevos desafíos
A lo largo de los años hemos sido testigos de cómo el checkm8, un exploit basado en hardware anunciado por primera vez en septiembre de 2019, ha permitido mantener la posibilidad del jailbreak incluso en versiones más recientes. Sin embargo, cada vez es más difícil ver nuevas oportunidades para liberar los últimos firmware de Apple. Los desarrolladores han estado advirtiendo sobre este difícil juego del gato y el ratón; parece que Apple lleva la delantera.
No podemos dejar pasar por alto que otras plataformas también están tocadas por esta decisión. Por ejemplo, algunos modelos antiguos de Apple TV, aunque recibirán actualizaciones menores, se verán relegados sin acceso a nuevas interfaces como Liquid Glass. Y así como estos dispositivos están siendo olvidados lentamente, lo mismo le ocurre al chip T2 en ciertos Macs Intel; su última actualización será macOS Tahoe 26.
A medida que nos despedimos del iPad (7ª generación), reflexionamos sobre lo efímero que puede ser todo esto. La comunidad del jailbreak tiene ante sí nuevos retos y preguntas sin respuesta sobre si alguna vez veremos otro exploit revolucionario como el checkm8. El tiempo dirá si hay esperanza o si estamos ante una larga noche oscura para los amantes del hackeo.