Hoy, el Tribunal de Apelación de Competencia del Reino Unido ha dictado una sentencia contundente contra Apple, acusándola de prácticas anticompetitivas al imponer «precios excesivos e injustos» a los desarrolladores que distribuyen sus aplicaciones a través de la App Store. Desde octubre de 2015 hasta finales de 2020, Apple abusó claramente de su poder en el mercado, obligando a los desarrolladores a utilizar su sistema de compras in-app y cobrando comisiones que podían llegar hasta el 30%.
Un monopolio insostenible
Este comportamiento no solo perjudicó a los creadores, sino que también repercutió en los consumidores, quienes vieron cómo los precios subían como resultado directo de estas tarifas desmedidas. El tribunal dejó claro que Apple tenía un monopolio absoluto sobre la distribución de apps en iOS y las transacciones dentro de ellas. Argumentos como que Android era una alternativa viable fueron simplemente desestimados.
La respuesta y lo que viene
Aunque se lanzó el Programa para Pequeñas Empresas en 2020, donde Apple recortó las comisiones para desarrolladores con ingresos inferiores a un millón al 15%, eso no borra el daño causado durante esos años críticos. La demanda colectiva fue impulsada por la académica Dr. Rachael Kent del Kings College London y busca nada menos que £1.5 mil millones en compensaciones para los usuarios británicos afectados. Con un juicio sobre daños programado para noviembre, está claro que Apple no se quedará quieta: ya han anunciado su intención de apelar esta decisión.
