En un giro inesperado de los acontecimientos, Apple ha recibido una nueva orden para modificar su App Store en Europa. El tiempo corre y la empresa tiene hasta el 22 de junio para adaptarse a lo que dicta la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, o enfrentarse a sanciones financieras que podrían ser bastante severas, tras haber sido multada ya con 500 millones de euros el pasado abril.
¿Qué está pasando realmente?
Ayer, la Comisión Europea hizo público un informe de 67 páginas donde detallaba las infracciones cometidas por Apple. En esencia, concluyeron que las condiciones impuestas por la compañía siguen limitando a los desarrolladores en su intento por informar a los usuarios sobre métodos de pago alternativos fuera del entorno del App Store. Sí, como lo oyes; quieren que los desarrolladores puedan facilitar transacciones sin tener que sortear obstáculos creados por Apple.
Caminos inciertos para los desarrolladores
A pesar de sus intentos por justificar sus políticas recientes —que permiten añadir un enlace externo por aplicación—, la realidad es que estos enlaces están envueltos en restricciones. Por ejemplo, antes de llevar al usuario hacia un sitio externo, aparece una advertencia intersticial y no se permite rellenar automáticamente datos sensibles como credenciales o detalles de compra. ¿El resultado? Un verdadero laberinto para quienes buscan alternativas más ventajosas.
Aún más desconcertante es el hecho de que Apple sigue cobrando una comisión del 27% sobre cualquier compra digital realizada a través de esos enlaces externos, apenas inferior al 30% habitual en compras dentro del app. La Comisión ha dejado claro que esta práctica va totalmente en contra del espíritu de permitir una competencia justa.
No contentos con esto, los responsables europeos han rechazado rotundamente la interpretación que hace Apple sobre la DMA. Según ellos, no basta con permitir ciertas acciones; también hay que facilitar el acceso real a opciones externas. Es decir, estamos hablando de derechos básicos para los desarrolladores y usuarios.
En respuesta a esta situación tensa y cargada de incertidumbre, desde Apple alegan que las decisiones tomadas son necesarias para proteger la seguridad y privacidad del usuario europeo. Pero ¿acaso no será más bien una forma encubierta de mantener su control monopolístico? Mientras tanto, tienen hasta el 23 de julio para pagar esa multa inicial si no quieren sumar intereses adicionales.