Los dispositivos de Apple suelen ser bastante estables en su funcionamiento
A pesar de que el Apple Watch, al igual que la mayoría de productos de la multinacional de la manzana, es un dispositivo bastante estable que difícilmente debe mostrar fallos, existen ocasiones en las cuales es probable que se presenten y nos veremos obligados a realizar un reinicio forzado. Como es común en la gran parte de los dispositivos de Apple, este proceso es bastante sencillo y no acarrea una dificultad mayor. El Apple Watch no es la excepción a la regla y además sigue un procedimiento bastante parecido al de los demás productos iOS.
Como ya mencionábamos, el reloj inteligente de Apple es un wearable bastante estable, lo que tampoco lo exime de fallos, ya que siempre existirá una razón por la cual alguna de sus funciones presente problemas o quizás una aplicación pueda causar que el reloj deje de responder correctamente. Cuando se presentan situaciones de este tipo, en la mayoría de los casos reiniciar el Apple Watch es suficiente para poder resolver el fallo, por esta razón, cualquier usuario del reloj debe saber cómo hacerlo correctamente.
¿Cómo reiniciar el Apple Watch?
Para forzar el reinicio del reloj, sólo se necesita llevar a cabo un solo paso, que es pulsar los dos botones del dispositivo y mantenerlos presionados hasta que el logo de Apple aparezca en pantalla. En otras palabras, tanto el botón lateral como la corona digital deben mantenerse presionados hasta que nuestro Apple Watch de reinicio completo a su sistema operativo watchOS. Es importante resaltar que al realizar el proceso debemos mantener los dos botones pulsados hasta el momento en que aparezca el logo de Apple, no se deben soltar antes, ya si esto sucede, lo que estaremos haciendo es una captura de pantalla de lo que el dispositivo muestre en ese momento.
A pesar de que no es algo común tener que reiniciar el Apple Watch, sí se presentarán momentos en que es necesario recurrir a ello. Hay que tener en cuenta que reiniciar el reloj solamente podrá solucionar problemas relacionados con el software (aplicaciones, sistema operativo, etc.). Una vez reiniciemos el wearable, todos los procesos activos se cerrarán e iniciarán de nuevo, por lo que el fallo presentado se solucionaría sin problema alguno.
Algunos ejemplos frecuentes de fallos de software son: detención del monitor de ritmo cardíaco, instalación de una nueva app que no responde, funcionamiento lento después de actualizar el watchOS, etc.
