En un giro inesperado de los acontecimientos, Apple se enfrenta a un nuevo capítulo de críticas en Brasil. El regulador de competencia del país ha recomendado formalmente sanciones contra la compañía por las estrictas normas que rigen su App Store y las limitaciones impuestas al acceso a funciones del iPhone, como la tecnología NFC.
Esta recomendación fue emitida por la Superintendencia General del Consejo Administrativo de Defensa Económica (SG/CADE), el organismo técnico encargado de velar por la competencia en el ámbito federal. En una declaración pública traducida del portugués, SG/CADE determinó que las acciones de Apple con iOS infringen la ley brasileña de competencia y pidió a su tribunal interno que imponga multas económicas y obligue a cambios en las políticas de Apple.
Las razones detrás de las sanciones
Todo comenzó en 2022, cuando varias empresas, entre ellas MercadoLibre, presentaron quejas formales alegando que Apple estaba llevando a cabo prácticas anticompetitivas. Según estas denuncias, la empresa obliga a realizar compras dentro de sus aplicaciones exclusivamente a través de su propio sistema de pago y prohíbe a los desarrolladores informar sobre alternativas más económicas. Este fenómeno es conocido como anti-steering.
Un llamado a la acción para proteger al consumidor
Mientras tanto, MercadoLibre sostiene que Apple abusa de su control sobre la plataforma iOS al negar el acceso a tecnologías esenciales como el chip NFC del iPhone, lo que limita severamente la competencia en pagos móviles dentro del país. A pesar de ello, Apple se defiende argumentando que “durante más de 16 años, nuestra App Store ha sido un espacio seguro para los usuarios brasileños”. Sin embargo, advierten sobre cómo estas medidas podrían poner en riesgo tanto la experiencia del usuario como su privacidad y seguridad.
A medida que CADE concluye sus investigaciones, queda pendiente decidir si se aceptará esta recomendación y se procederá con sanciones formales. Si esto ocurre, sería un cambio significativo para Apple en Brasil, obligándoles posiblemente a abrir su tecnología NFC a proveedores externos. Esta situación podría sentar un precedente importante no solo allí sino también en otras partes del mundo donde operan.