¿Te imaginas quedarte sin batería en tus AirPods o en tu Apple Watch justo cuando más los necesitas? A todos nos ha pasado. Pero si tienes un iPhone o un iPad con puerto USB-C, puedes convertirlo en una fuente de energía para esos momentos críticos. La vida es demasiado corta para andar cargando con mil cables, así que veamos cómo funciona esto.
Cargando dispositivos sobre la marcha
Pongamos el escenario: estás disfrutando de un día fuera y de repente te das cuenta de que tus auriculares se han quedado sin batería. En lugar de buscar un cargador que puede no estar a la vista, simplemente puedes usar la energía de tu dispositivo principal. Es bastante práctico, ¿verdad?
Aparte, si conectas un iPhone 15 (o más reciente) a otro dispositivo igual, ambos se comunicarán y decidirán quién necesita más carga. Así que si tu amigo tiene su iPhone al 100% y tú estás en las últimas, ¡puedes conectar los dos! Es como compartir buena vibra… pero en forma de batería.
No todo es tan fácil como parece
Aún así, no todo son maravillas. La carga entre dispositivos está limitada a 4.5W, lo cual es genial para algo pequeño como el Apple Watch, pero si intentas cargar otro iPhone, prepárate para una espera larga. Recuerda que la carga inversa por MagSafe aún no está disponible; aunque se rumorea que Apple está trabajando en ello desde hace tiempo.
Tendrás que tener el cable adecuado a mano: necesitarás uno Lightning a USB-C para los AirPods antiguos o un USB-C a USB-C para los modelos más nuevos. Lo importante aquí es saber que mientras esperas esa gran innovación del futuro, usar un cable sigue siendo la opción más confiable para mantener tus gadgets encendidos.