Si has navegado por la red o explorado las tiendas de aplicaciones, seguro que te has dado cuenta de que hay un montón de versiones de Chrome. Quizá pienses que son infinitas, pero en realidad no son tantas. Sin embargo, con tantas opciones, puede resultar confuso saber cuál es la mejor para nosotros.
¿Qué es Chrome y por qué tantas versiones?
Primero, es esencial entender que Chrome es más que un simple navegador; es una marca que Google utiliza para agrupar todo lo relacionado con su código base. Este código está disponible para cualquiera, lo que ha llevado a otras empresas a crear navegadores como Edge, Brave u Opera. Pero cuidado: aunque todos utilizan ese código, no significa que Google controle esos productos.
Tipos de Chrome y cuál deberías elegir
Existen tres variantes principales: el Chrome OS, diseñado para dispositivos ligeros como Chromebooks; el Navegador Chrome móvil, creado para teléfonos Android e iOS; y el Navegador Chrome para escritorio, pensado para sistemas operativos como Windows o macOS. Y aquí viene el truco: cada uno tiene sus propias versiones (Estable, Beta, Developer…). Si no eres un desarrollador o simplemente quieres algo funcional, te aconsejo quedarte con la versión estable. ¿Para qué complicarse la vida?
A veces se habla maravillas sobre las versiones inestables del navegador. Pero ten presente que esas características nuevas solo aparecerán en la versión estable si funcionan correctamente. Así que si quieres disfrutar de una experiencia sin fallos y sin quebraderos de cabeza, mantente alejado de esas pruebas locas.
En resumen: si buscas simplicidad y eficacia en tu día a día con internet, stick to the stable version and let the rest be a playground for tech enthusiasts.