Imaginemos un mundo donde los iPhones se ensamblan en suelo estadounidense. Suena bien, ¿verdad? Sin embargo, según los analistas de Bank of America, esta idea podría salirnos por un ojo de la cara. Ellos advierten que trasladar la producción de China a Estados Unidos podría aumentar los costos de fabricación hasta un 90%. ¡Una barbaridad!
Wamsi Mohan y su equipo han analizado esta situación y nos dicen que, aunque técnicamente es posible hacer el cambio, las complicaciones logísticas y los gastos adicionales serían enormes. El trabajo aquí es más caro; solo por eso, el precio del iPhone podría dispararse un 25%.
Costo oculto de la globalización
Aún si Apple encuentra mano de obra local para el ensamblaje final, gran parte de las piezas seguiría viniendo desde China. Si se aplican aranceles recíprocos sobre esos componentes importados, estamos hablando de una subida total en el costo que podría llegar al mencionado 90% o incluso más.
Tensiones comerciales y sus efectos
Esta análisis llega justo después de que el presidente Trump declarara que la fabricación en China es “insostenible”. En sus propias palabras, él cree firmemente que tenemos la mano de obra necesaria aquí mismo en EE.UU. Pero con las tensiones actuales entre ambos países y unos aranceles exorbitantes del 125%% sobre productos chinos, el panorama se complica.
A pesar del reciente repunte en sus acciones tras una caída drástica del 14%% desde el anuncio del nuevo arancel, Apple aún enfrenta retos significativos este año. Los expertos como Mohan piensan que sin exenciones arancelarias para componentes fabricados fuera del país, no veremos a Apple trasladando su producción a casa pronto. En cambio, parece que seguirán diversificando su cadena de suministro e incrementando la producción en lugares como India.
Por ahora, nos quedamos con la incertidumbre en torno al futuro del iPhone y lo que realmente significa fabricar a nivel local versus depender de proveedores internacionales.