La tranquilidad de muchas personas en Brasil se vio sacudida la semana pasada, pero no por un terremoto. Más bien, fue una falsa alarma enviada por el sistema de alertas sísmicas de Google que despertó a muchos en plena noche. En torno a las 2 AM, residentes de São Paulo y Río de Janeiro recibieron notificaciones sobre un supuesto temblor de 5.5 grados que nunca ocurrió. ¿El resultado? Confusión total y una rápida decisión de pausar el servicio.
Un error que costó horas de sueño
La Defensa Civil de São Paulo dejó claro que no había habido actividad sísmica alguna, desmintiendo así las alarmantes notificaciones del gigante tecnológico. La confusión se debió a unos movimientos offshore cerca de São Paulo que el sistema malinterpretó como un inminente desastre natural. Google se hizo responsable y pidió disculpas por esta metedura de pata. La situación es bastante irónica, dado que la compañía lanzó su sistema para brindar seguridad a los usuarios, pero esta vez resultó ser todo lo contrario.
Un paréntesis necesario
Desde su lanzamiento en EE.UU. en 2020, este sistema ha funcionado como un mini sismógrafo gracias a los sensores de movimiento incorporados en los teléfonos Android. Sin embargo, este es el primer gran fallo desde su implementación y ha llevado a Google a detener temporalmente el servicio mientras investiga qué pudo haber salido tan mal.
Aunque han afirmado que en otros casos estuvo operativo durante emergencias como el terremoto en Turquía en 2023, hoy estamos viendo cómo la tecnología puede fallar cuando menos lo esperamos.