La revolución de la inteligencia artificial está en pleno auge y, ante este fenómeno, Google ha decidido extender su mano a OpenAI. La demanda por herramientas como ChatGPT no para de crecer, y es aquí donde Google entra en juego con más potencia.
¿Qué significa esto? Simplemente que OpenAI ha comenzado a depender de Google Cloud para dar soporte a su infraestructura. Esto implica que los planes Enterprise, Edu y Team de ChatGPT estarán ahora alimentados por los recursos que ofrece Google. Una jugada estratégica, sin duda.
Un cambio necesario
Sam Altman, el CEO de OpenAI, no ha tenido reparos en señalar la escasez actual de GPUs como uno de los motores detrás de este cambio. “No podemos seguir dependiendo únicamente de un proveedor”, ha dicho con total claridad. Y es que tener todos los huevos en una sola cesta nunca es buena idea. Las cosas han cambiado desde que solo contaban con Microsoft Azure; ahora buscan diversificar su base tecnológica y evitar quedar atrapados si las cosas se complican.
Una victoria silenciosa para Google
Aunque muchos usuarios quizás no lo noten al principio, esta alianza representa un paso audaz en la estrategia tanto de OpenAI como de Google. En lugar de ser rivales perpetuos en el mundo del AI, ahora comparten espacio en servidores, una idea revolucionaria si se piensa bien. Ambos gigantes han invertido miles de millones buscando liderar el camino hacia el futuro tecnológico.
Por lo tanto, al abrirse a múltiples proveedores en la nube, OpenAI tiene más opciones sobre la mesa y puede negociar mejores condiciones. Una jugada maestra que podría cambiar las reglas del juego en este apasionante mundo digital.