En un giro sorprendente, parece que Google está metiéndose de nuevo en aguas turbulentas, y esta vez tiene que ver con la inteligencia artificial en la frontera sur de Estados Unidos. Según informes recientes, su programa Google Cloud se está convirtiendo en una herramienta para que las autoridades detecten a los llamados «mulas» y contrabandistas. Aunque Google no esté usando sus propios servicios de IA, está bien metido donde fluye el dinero.
¿Qué está pasando realmente?
Para aquellos que no están al tanto, el tema de la inmigración ilegal es uno de los más divisivos en EE. UU. La mitad del país lo detesta y muchos incluso rechazan la inmigración legal. Mientras tanto, otros reconocen que hay un problema pero prefieren ignorar a quienes se oponen. Un verdadero lío.
La tecnología al servicio del control
Según The Intercept, la Patrulla Fronteriza planea modernizar viejas torres de vigilancia en Tucson, Arizona, añadiendo equipos capaces de identificar a todas las personas y vehículos que se acercan a la frontera. Esto podría ser aceptable si no fuera porque tienen intención de usar software diseñado para fábricas —el Maximo de IBM— para detectar personas con mochilas o cualquier aspecto sospechoso. No estamos hablando simplemente de seguridad; estamos hablando de deshumanización.
Aparentemente, Google (junto con Amazon) facilita esto proporcionando servicios de hospedaje para datos y herramientas para entrenar esa IA ansiosa por hacer su trabajo. Después de todo, ¿quién puede resistirse a obtener grandes sumas del gobierno? Sin embargo, solo unos años atrás Thomas Kurian, CEO de Google Cloud, prometió no ayudar a crear «un muro virtual». Pero ya sabemos cómo cambian las cosas.
Así que ahora nos preguntamos: ¿es malo proteger nuestras fronteras? No lo es per se; cada país necesita tener control sobre quién entra y qué traen consigo. Pero hay maneras correctas e incorrectas de hacerlo. Deberíamos recordar siempre que detrás de esos números hay seres humanos buscando una vida mejor.