Cuando el presidente de EE. UU., Donald Trump, decidió imponer unos sorprendentes aranceles del 145% a productos importados desde China, Tim Cook, CEO de Apple, no se quedó de brazos cruzados. En su mente, había una misión clara: lograr que su compañía estuviera exenta de esos aranceles para que el precio del iPhone no se disparara.
Según cuenta The Washington Post, en una conversación reciente con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, Cook expuso cómo esos gravámenes afectarían directamente a los consumidores y al mercado. No solo fue un simple intercambio de palabras; también buscó hablar con altos funcionarios de la Casa Blanca y, muy astutamente, evitó criticar públicamente las políticas del presidente. ¡A fin de cuentas, nadie quiere enojar a Trump!
El arte de hacer negocios
Aprovechando cualquier oportunidad, incluso hizo una donación personal de un millón de dólares para la investidura presidencial. Y todo ese esfuerzo rindió frutos: el fin de semana pasado, la administración Trump anunció que los iPhones y otros dispositivos como el Mac o el Apple Watch quedarían exentos en gran parte de esos aranceles.
Aventuras y desventajas del monopolio tecnológico
No obstante, esta victoria puede ser efímera. Justo después del anuncio, Trump dejó claro que “no habrá excepciones” y que todos tendrían que rendir cuentas. Pero hay algo claro: la relación entre Cook y Trump parece ser más fuerte que nunca; incluso el presidente admitió haber “ayudado” a Tim recientemente.
Aunque Trump sugiera que Apple debería fabricar sus productos en Estados Unidos, existen numerosos obstáculos: desde los altos costos para construir fábricas hasta la falta de mano de obra especializada. Sin embargo, Apple ha prometido invertir 500 mil millones en EE. UU., empezando por unas instalaciones en Houston junto a Foxconn donde producirán servidores privados.
Así las cosas, mientras seguimos observando cómo evoluciona esta relación entre tecnología y política, queda claro que no podemos perderle la pista a este tira y afloja entre lo empresarial y lo gubernamental.