En un giro inesperado de los acontecimientos, Apple Cinemas ha decidido plantarle cara a la poderosa Apple Inc.. La cadena de cines, que lleva en pie desde 2013, se enfrenta a una demanda por infracción de marca registrada y no está dispuesta a tirar la toalla. Según su declaración, están decididos a defender su legado y su derecho a operar como Apple Cinemas, una identidad que afirman siempre ha sido claramente distinta y conforme con las leyes de marcas.
Una historia arraigada en la comunidad
La compañía subraya que su nombre proviene del primer cine que planearon abrir en el centro comercial Apple Valley Mall, aunque ese cine nunca llegó a inaugurarse. Hoy, cuentan con 14 ubicaciones repartidas por varios estados, desde California hasta Nueva York. Ellos sostienen que nunca han pretendido sugerir ninguna conexión con la gigante tecnológica; más bien, han creado un espacio para disfrutar del séptimo arte en sus comunidades.
Dando la cara ante el desafío legal
A pesar de las acusaciones de Apple, que sostiene que hay confusión entre los consumidores sobre quién posee realmente Apple Cinemas, el equipo legal del cine ha respondido con claridad: “Nuestras comunicaciones han sido siempre transparentes”. Y así es como lo ven ellos. Apple reclama daños monetarios y busca una orden judicial para detener el uso del nombre. Pero ¿quién tiene realmente la razón en esta historia? Lo cierto es que ambos lados parecen tener argumentos sólidos. Mientras tanto, los amantes del cine esperan que esta batalla no afecte sus experiencias cinematográficas en las salas de Apple Cinemas.
