En un giro inesperado, los envíos de iPhones y otros dispositivos móviles desde China hacia los Estados Unidos han caído en picado, alcanzando cifras que no se veían desde 2011. Según datos aduaneros recién publicados, el mes pasado estos envíos sufrieron una caída del 72%, quedándose apenas por debajo de los $700 millones. Este desplome contrasta con el descenso general del 21% en las exportaciones chinas a EE.UU., dejando claro el impacto que las tensiones comerciales están teniendo en nuestras vidas.
Tarifas y sus consecuencias
Es evidente que la campaña agresiva de tarifas del gobierno anterior ha trastocado las cadenas de suministro tecnológicas. Con aranceles que llegaron a un asombroso 145%, muchas empresas han tenido que replantearse su estrategia y buscar alternativas. Los smartphones fueron uno de los tres principales productos importados por EE.UU. desde China el año pasado, junto con ordenadores portátiles y baterías de litio.
Apple mira hacia India
A pesar de este panorama complicado, Apple no se queda quieta. La compañía está ampliando su producción en India, donde en el último año fiscal logró generar hasta $22 mil millones, casi un 60% más que el año anterior. De hecho, había planes para importar la mayoría de sus iPhones destinados a EE.UU. desde allí para finales del próximo año.
No obstante, durante una reciente visita estatal a Qatar, el presidente Trump reveló haber pedido al CEO de Apple, Tim Cook, que detuviera esta expansión en India. «Tuve un pequeño problema con Tim Cook ayer», dijo Trump. «Está construyendo por todas partes en India».
Cook también abordó la situación actual durante una llamada sobre resultados recientes: «Lo que aprendimos hace tiempo es que tener todo concentrado en un solo lugar tiene demasiado riesgo asociado. Con el tiempo hemos abierto nuevas fuentes de suministro para algunas partes de nuestra cadena». Esta declaración deja entrever un futuro incierto pero lleno de posibilidades para la industria tecnológica.