En el mundo tecnológico, las cosas nunca son tranquilas. Y ahora, Apple está viendo cómo sus empleados se escapan hacia OpenAI. Según un informe reciente, la compañía de Cupertino ha comenzado a perder a sus mejores talentos justo cuando se intensifica el trabajo en sus nuevos productos hardware. Parece que hay una especie de atracción irresistible hacia lo nuevo y prometedor.
Atraídos por la innovación
OpenAI no solo está hablando de un altavoz inteligente sin pantalla o unas gafas futuristas; están presentando propuestas tangibles. Además, han estado ofreciendo paquetes salariales tentadores que dejan atrás cualquier discusión sobre la burocracia y la falta de colaboración. ¿Quién podría resistirse a eso? En este último año, han incorporado más de dos docenas de ex-empleados de Apple, un salto considerable respecto a los 10 que habían fichado el año anterior.
Frustración en Cupertino
Algunos empleados se sienten atrapados en un ciclo de cambios mínimos mientras contemplan cómo su esfuerzo no resulta en innovaciones significativas. Como bien dice uno de ellos: “Es frustrante ver cómo nos limitamos a pequeños ajustes”. Con esto y el desinterés palpable por las ganancias del stock durante el último año, es comprensible que miren hacia otras opciones.
No es sorpresa que personas como Cyrus Daniel Irani, quien estuvo 15 años en Apple y diseñó la famosa onda multicolor de Siri, o Erik de Jong, responsable del hardware del Apple Watch, estén buscando nuevas oportunidades. La llegada a OpenAI representa algo más que un cambio laboral; es una promesa para reinventar cómo trabajan juntos los diseñadores industriales y los equipos técnicos.
Y aunque Apple parece sorprendida ante esta fuga talentosa —cancelando incluso reuniones clave para evitar que más empleados busquen nuevas avenidas— la realidad es clara: tienen mucho trabajo por delante si quieren retener a quienes forman parte fundamental de su éxito.
