En un giro inesperado, la jueza del distrito de EE.UU., Leonie Brinkema, ha decidido que Google, o mejor dicho, su empresa madre Alphabet, ha cruzado la línea al crear un monopolio ilegal en el mundo de la tecnología publicitaria. Esta noticia no es solo un golpe para los gigantes de Silicon Valley, sino también un respiro para todos aquellos que creen en una competencia justa y equilibrada.
Un sistema lleno de trampas
El fallo, emitido el pasado 17 de abril, revela cómo Google ha manipulado las herramientas y los intercambios publicitarios para mantenerse en la cima. La jueza Brinkema afirmó que sus acciones han ahogado a competidores y ocultado alternativas valiosas para los editores. En esencia, se trata de un claro abuso de poder que deja a muchos preguntándose: ¿dónde queda la ética en todo esto?
Google se defiende con palabras vacías
A pesar del veredicto contundente, Google sigue insistiendo en que los editores tienen muchas opciones a su disposición; no obstante, también admite que su plataforma es ‘simple y asequible’. Esto huele más a excusas que a soluciones reales. Con una bolsa repleta de $31 mil millones en ingresos solo el año pasado, resulta evidente que esta estrategia podría no ser tan inocente como parece.
Aún queda camino por recorrer. Aunque este primer paso judicial ya establece culpabilidad parcial, aún se deberá definir qué remedios se aplicarán ante esta situación tan crítica. Todo indica que el nuevo juicio comenzará pronto y las miradas estarán puestas en cómo se desarrollará este drama legal.