Hoy, por fin, los usuarios de dispositivos Pixel pueden sentir la emoción que llevaba tiempo esperando. Tras años de anhelos, Google ha decidido seguir los pasos de Samsung y ha introducido un auténtico modo escritorio en Android 16. Es un momento emocionante, pero no todo es perfecto; hay detalles que aún necesitan ser pulidos.
Un inicio prometedor
Aunque se trata de una versión beta (la QPR1 Beta 2), el potencial es innegable. Al conectar tu Pixel a una pantalla externa, inicialmente te encontrarás con lo mismo de siempre: tu pantalla reflejada sin más. Pero si decides adentrarte en las opciones de desarrollador, podrás activar fácilmente el modo escritorio y disfrutar de una interfaz que recuerda bastante al entorno familiar de Samsung DeX.
Expectativas y realidades
Aquí es donde empieza la magia. La nueva interfaz es muy intuitiva; puedes arrastrar ventanas y ajustarlas a los lados simplemente moviéndolas. Sin embargo, no todo son rosas: algunos usuarios reportan problemas como la desaparición repentina de las ventanas al desconectar el dispositivo. Esto genera frustración porque resulta incómodo tener que volver a abrir aplicaciones cada vez que conectas tu teléfono.
A pesar de estos inconvenientes menores, la sensación general es positiva. Hay funcionalidades útiles como la opción para organizar ventanas en pantalla dividida o maximizar aplicaciones con solo un clic. Sin embargo, también hay esos pequeños detalles molestos que aún deben ser abordados, como esa barra molesta que aparece sobre el Dock cuando estás escribiendo.
No se puede negar que este nuevo modo abre las puertas a un uso más versátil del dispositivo y me atrevería a decir que estoy entusiasmado por lo que vendrá en futuras actualizaciones. Por fin podemos empezar a imaginar un mundo donde nuestros smartphones sean más que simples teléfonos; ahora parecen realmente herramientas multitarea. Sin duda estaré atento a cada novedad.