En una jugada que ha encendido alarmas en el mundo de la tecnología y la privacidad, los funcionarios estadounidenses están investigando si el Reino Unido ha cruzado la línea al exigir a Apple que abra un «backdoor» para acceder a los datos cifrados de iCloud. Según una carta del Director Nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, esta demanda podría violar un acuerdo bilateral que protege la información personal de los ciudadanos.
Todo este lío comenzó tras la decisión reciente de Apple de retirar su función avanzada de protección de datos del Reino Unido. Y es que, según informes, el gobierno británico lanzó una orden secreta pidiendo acceso global a los datos cifrados. ¿Qué significa esto para nuestra privacidad? Es una pregunta que muchos nos hacemos.
Un análisis profundo sobre las demandas del Reino Unido
En una carta fechada el 25 de febrero dirigida a algunos senadores, Gabbard comentó que su equipo legal está revisando si estas exigencias británicas van en contra del CLOUD Act. Este acto impide que cualquier país demande datos sobre ciudadanos del otro. Gabbard se mostró sorprendida al enterarse por los medios acerca de esta orden británica, lo cual no es precisamente tranquilizador.
Las implicaciones para usuarios y expertos en seguridad
Aparentemente, según este acuerdo bilateral, el Reino Unido no puede exigir datos personales a Estados Unidos ni viceversa. ¿Y qué hay del argumento clásico sobre las puertas traseras? Tim Cook, CEO de Apple, ha defendido firmemente la postura de que abrir accesos facilitaría a «los chicos malos» el acceso a información sensible. Los expertos en ciberseguridad están completamente alineados con él: cualquier backdoor tarde o temprano será descubierto y explotado por actores maliciosos.
A pesar del creciente número de amenazas cibernéticas provenientes de países como China, agencias estadounidenses como el FBI y CISA han resaltado la importancia del cifrado robusto para protegernos. Así que ya saben: mantener nuestros datos bajo llave nunca fue tan vital.