La carrera por la realidad aumentada ha dado un giro inesperado, y parece que Meta se ha llevado el gato al agua. Con su reciente lanzamiento de las gafas Ray-Ban Meta (Gen 2), junto con las Oakley Meta Vanguard y las innovadoras Meta Ray-Ban Display, la compañía no solo está presentando nuevos gadgets; están consolidando su posición en un mercado que apenas comienza a despertar.
Una estrategia brillante
Si pensabas que era mejor esperar a ver qué hacía Android XR o alguna otra marca, es hora de que te despiertes. El futuro de la realidad aumentada ya está aquí, y viene con unas Ray-Bans puestas. Pero no todo son buenas noticias para los consumidores. Las implicaciones pueden ser preocupantes.
Las nuevas gafas, aunque no cuentan con pantalla, son una extensión lógica de la alianza entre Meta y EssilorLuxottica. Lo más destacado aquí es la inclusión de una cámara mejorada, algo esencial cuando hablamos de capturar momentos cotidianos en fotos y vídeos.
Una competencia desleal
Y ahora llegamos al plato fuerte: las Meta Ray-Ban Display. Estas son las primeras gafas inteligentes de Meta con pantalla, ofreciendo una experiencia AR única que hasta ahora había sido inalcanzable para muchos. Su precio de 799 dólares puede parecer excesivo, pero lo cierto es que esta apuesta sugiere que están dispuestos a subsidiar su hardware o venderlo a un margen mínimo.
Aquí está el quid del asunto: mientras Google se encuentra todavía en fase de investigación y desarrollo tratando de integrar pantallas en sus modelos, Meta ya cuenta con millones de usuarios acostumbrados a compartir sus vidas a través de estas gafas. Esto no es un detalle menor; les otorga una ventaja competitiva aplastante.
En resumen, mientras otros aún intentan alcanzarles en términos tecnológicos, nosotros debemos preguntarnos: ¿qué pasará cuando una sola empresa controle este tipo de tecnología tan personal e integrada en nuestra vida diaria?
