En un giro inesperado en el mundo de la tecnología, Phil Schiller, uno de los grandes nombres detrás de Apple, se sentó a declarar en un tribunal y reveló que no siempre estuvo de acuerdo con el polémico 27% que la compañía cobra por las compras realizadas fuera de su App Store. En sus palabras, este porcentaje no solo representaba una carga económica para los desarrolladores, sino también un riesgo real para las relaciones entre Apple y quienes crean aplicaciones.
Preocupaciones que resuenan
Schiller expresó su temor a que esta tasa creara una “relación antagónica” con los desarrolladores. Imaginemos por un momento: ¿cómo sería tener a Apple como “una especie de agencia recaudadora”? Eso fue lo que realmente le inquietó. “Tenía grandes preocupaciones sobre la recolección de fondos de los desarrolladores”, confesó durante tres horas intensas de testimonio frente al juez en el caso contra Epic Games.
Cambios tras la presión judicial
A pesar de sus dudas iniciales, la directiva decidió mantener el nuevo esquema de comisiones tras el litigio con Epic Games, donde se redujo del estándar 30% al actual 27%. Sin embargo, esto dejó a muchos preguntándose si realmente había habido un cambio significativo o si todo era parte del mismo juego. El CEO de Epic, Tim Sweeney, no tardó en calificar esta situación como un cumplimiento “de mala fe”, subrayando que estas reducciones mínimas no cumplían con el espíritu del fallo judicial destinado a fomentar más competencia.
La tensión persiste mientras continuamos esperando a ver cómo se resolverá este conflicto. Por ahora, el juicio sigue y todos estamos pendientes de qué pasará con las reglas del juego en el ecosistema digital.