El día de ayer Samsung introdujo un tercer compañero a su gama de móviles Galaxy S7 y S7 Edge, se trata de Galaxy S7 Active, una versión reforzada de su buque insignia actual, el S7. Al igual que las versiones previas de terminales Active, el nuevo Galaxy S7 Active usa el mismo hardware interno que el resto de la línea, incluyendo el último Snapdragon 820 SoC con una CPU Quad-core que utiliza una GPU Adreno 530 acompañada de núcleos Kryo de 64 bits.
Además, el Active aloja en su interior 4GB de memoria RAM LPDDR4 y 32GB de NAND UFS 2.0. Sin embargo, no hay opciones de almacenamiento adicionales disponibles para el Galaxy S7 Active, no obstante, aún ofrece soporte para expansión a través de tarjetas microSD.
El Galaxy S7 Active también usa la misma pantalla AMOLED QHD de 5.1” que el S7 normal, el cual proporciona un modo sRGB bien calibrado al lado de modos adicionales para los que prefieren más colores saturados.
El Galaxy S7 Active es más grande y pesado que el S7 pese a ofrecer el mismo tamaño de pantalla
Pese a usar el mismo tamaño de la pantalla que el S7, el Galaxy S7 Active es más grande y pesado debido a su protección adicional que su carcasa externa provee. Al reemplazar su estilosa pero frágil construcción en cristal en metal por un chasis de plástico y metal, se incrementa la altura y anchura en 6.4 y 5.4 mm respectivamente. El grosor también se ha incrementado de 2 mm a 9.9 mm, lo cual ayuda a hacer espacio para la enorme batería de 4000 mAh.
No obstante, lo que realmente diferencia el Galaxy S7 Active de los demás terminales Samsung es su durabilidad mejorada. El smartphone retiene la misma clasificación IP68 del S7 que lo hace resistente al polvo y permite inmersiones en el agua de hasta 1,5 metros de profundidad por un período de 30 minutos.
El Galaxy S7 Active ha pasado las pruebas Estándares Militares de los EE. UU para los dispositivos de su clase
Por otro lado, el terminal ofrece una capa protectora adicional en policarbonato en la pantalla, la cual que elimina las concentraciones de tensión que resultan de los arañazos, aumentando la resistencia o protección de la cubierta de cristal.
Samsung también ha admitido que el Galaxy S7 Active pasa las pruebas de los Estándares Militares de los Estados Unidos (MIL-STD) 810G para un terminal rígido, incluyendo aquellos a exposición a altas y bajas temperaturas, niebla de sal, humedad, y muchos más factores climáticos que pueden afectar la funcionalidad de un dispositivo de su clase.