El pasado miércoles, Tim Cook, el hombre detrás de Apple, hizo su aparición en una cena bastante controvertida organizada por el presidente de Estados Unidos. ¿El motivo? Dar la bienvenida al príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudita. Esta no fue una cena cualquiera; marcaba la primera visita del príncipe a EE.UU. desde aquel trágico octubre de 2018 cuando se produjo el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
La situación es delicada. La CIA ha señalado al príncipe como responsable directo de aquella atrocidad en el consulado saudí en Estambul. A pesar de esto, Trump salió a defenderlo sin pelos en la lengua, asegurando que “mucha gente no estaba muy contenta” con Khashoggi. Es un comentario que deja mucho que desear y que nos hace reflexionar sobre hasta dónde llega nuestra moral.
Un vínculo empresarial entre Apple y Arabia Saudita
No es la primera vez que Cook se reúne con el príncipe; ya lo hizo en abril de 2018 para hablar sobre educación y oportunidades para desarrollar aplicaciones en su país. Desde entonces, Apple ha hecho una inversión significativa: nada menos que $2 mil millones en empresas saudíes. ¡Vaya salto! Su última visita a Arabia fue en diciembre del año pasado.
Apertura de nuevas puertas tecnológicas
Aún más intrigante es cómo Apple ha decidido abrir un negocio online en Arabia Saudita desde julio de este año y tiene planes para abrir tiendas físicas en 2026. Entre los asistentes también se encontraban otras figuras destacadas del mundo tecnológico como Elon Musk, CEO de X; Michael Dell, CEO de Dell; Jensen Huang, CEO de Nvidia; y Linda Su, CEO de AMD.
