El pasado viernes, el Financial Times lanzó una bomba: parece que Tim Cook está listo para dejar su puesto como CEO de Apple el próximo año. Pero, ¿quién dice que se va a retirar por completo? Todo apunta a que podría dar un paso hacia la presidencia del consejo de administración de la compañía.
Un cambio en el aire
Actualmente, Arthur D. Levinson es quien ocupa ese cargo, pero ya ha cruzado los 75 años y las normas de Apple son claras: no pueden optar a la reelección después de esa edad. Esto significa que Levinson se enfrenta a un punto y seguido en su carrera justo antes de la próxima reunión con los accionistas, donde normalmente se decide quién sigue y quién no.
Posibilidades sobre la mesa
La política interna de Apple dice así: “Un director no podrá optar a la reelección después de los 75 años, aunque no necesita dimitir hasta que termine su mandato”. Así que aquí estamos, ante una encrucijada. Se espera que Apple tome decisiones sobre su nuevo CEO antes del informe financiero que llegará a finales de enero, pero todo indica que podríamos tener noticias antes. Este momento coincide también con la habitual reunión anual con los accionistas entre febrero y marzo.
Aún hay un pequeño detalle por resolver: Apple suele lanzar los materiales informativos para esta reunión en enero, justo antes del informe financiero. Si Cook realmente va a ser candidato a presidente, eso tendrá que estar claro desde el principio.
A medida que las especulaciones aumentan sobre si Cook será el sucesor natural al frente del consejo o si quedará como presidente ejecutivo (lo cual le permitiría seguir metido en las operaciones diarias), muchos miran hacia John Ternus, actual vicepresidente senior de ingeniería hardware, como posible sucesor cuando llegue el momento.
No obstante, algunos analistas creen que este movimiento puede haber sido orquestado por Apple para suavizar la noticia entre inversores y público general. Después de todo, Cook ha estado al mando desde agosto de 2011 y se acerca peligrosamente a esos 15 años al frente.
Aunque esta opción tiene mucho sentido, siempre hay espacio para sorpresas; podrían decidir eximir a Levinson del límite por edad o elegir otro nombre distinto al de Cook para presidir. Sin embargo, con el paso del tiempo marcando su huella en ambas partes (Cook tiene 65 años y Levinson ha llegado al límite), parece que todos los caminos conducen hacia un futuro donde Cook asuma ese rol clave dentro de la compañía.
