En una declaración reciente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se mostró «absolutamente» convencido de que Apple tiene la capacidad para fabricar sus iPhones y otros dispositivos en suelo estadounidense. Karoline Leavitt, secretaria de prensa, lo confirmó durante una rueda de prensa. Cuando le preguntaron si el fabricante podría trasladar la producción a EE.UU., ella respondió: «Absolutamente, él cree que tenemos la mano de obra y los recursos necesarios para hacerlo».
¿Una promesa incumplida?
Además, mencionó el impresionante anuncio de inversión de 500 mil millones de dólares que Apple realizó en este país a principios del año. «Si Apple no creyera que podríamos hacerlo, probablemente no habrían invertido tanto dinero aquí», afirmó con confianza. Sin embargo, detrás de estas palabras optimistas hay una realidad compleja. Desde mañana, Trump planea imponer aranceles severos a países como China, Vietnam y la Unión Europea. Su mensaje es claro: si empresas como Apple no quieren pagar esos impuestos, deberían producir localmente.
La dura verdad sobre la manufactura
Aunque suena atractivo pensar en un iPhone “Made in USA”, cambiar toda la cadena de suministro de Apple parece un sueño muy lejano. No solo por los costos desorbitados que esto implicaría, sino también por la falta de profesionales capacitados aquí. Tim Cook ya había señalado en 2017 que gran parte del ensamblaje se realiza en China gracias a su experiencia en manufactura avanzada.China ya no es simplemente un destino por sus bajos costos laborales, sino porque cuenta con un nivel de habilidad excepcionalmente alto.
Por otro lado, Howard Lutnick, secretario de comercio estadounidense, hizo comentarios similares recientemente al insinuar que el trabajo manual detrás del ensamblaje masivo es algo que podría llegar a nuestro país. Pero ¿acaso realmente entienden cómo opera Apple? La lista de proveedores incluye más de 50 naciones diferentes y eso sin contar los minerales raros provenientes de otros 79 países donde Estados Unidos no puede extraerlos.
Mientras tanto, aunque Apple ha estado acumulando iPhones y mirando hacia India para reducir algunos costos debido a tarifas más bajas allí, queda claro que lo prometido por Trump parece más una ilusión que una realidad palpable. En resumen: la fabricación real del iPhone aquí sigue siendo pura fantasía.
